10 jul 2016

La vida de Nikola Tesla en cómic

Hoy, 10 de julio de 2016, se cumplen 160 años del nacimiento del gran Nikola Tesla. Para celebrar tan brillante fecha, he rescatado y adaptado libremente esta historia gráfica de Gardner Soule, publicada originalmente en julio de 1956 en Popular Science


Noche del 9 al 10 de julio de 1856, nace Nikola Tesla en Smiljan, Croacia. Desde su mas temprana infancia el pequeño Nikola demostrará tener gran inventiva. Su madre, a pesar de iletrada, era capaz de recitar extensos poemas de memoria y tenía una gran habilidad mecánica, siendo capaz de mejorar aparatos domésticos.


1857-60. El pequeño Nikola no es como todos los niños de su tiempo, siempre está ideando nuevas máquinas para intentar ayudar en casa. Con apenas cinco años experimentó con la fuerza del agua a través de una primitiva turbina.


1859-60. Con solo seis años de edad, Nikola ayudó a unos bomberos a diagnosticar un problema con una bomba de agua, al descubrir que un pliegue en la manguera impedía su buen funcionamiento.


1865. La energía fascinaba cada vez más al chavalín. Su próxima aventura consistió en intentar aprovechar la energía de los vientos a través de un primitivo molino eólico.


1884. Tesla es como cualquier otro inmigrante en los Estados Unidos, pero sólo en apariencia. Ha estudiado duramente y ha creado un genial modelo de motor de corriente alterna, pero casi nadie le hace caso. Llega al nuevo continente sin apenas nada, tras haber perdido su equipaje en el viaje. Sin embargo, su mente bulle con una idea: “liberar a la humanidad de los trabajos pesados gracias a la electricidad…”


1885-87. Nikola pasa a trabajar para Edison en Nueva York gracias a una carta de recomendación que logra en Europa por su magnífica labor como ingeniero. Al poco, la tensión entre los dos grandes genios de la electricidad termina por explotar. Edison no quiere escuchar nada acerca de la corriente alterna que tanto defiende Tesla. Nuestro protagonista se despide y pasa a trabajar como obrero de la construcción para subsistir.

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1866-80. A pesar de los contratiempos, mantiene como principal impulso a su trabajo una idea que lleva consigo desde que era pequeño. Cierto día, contemplando una avalancha de nieve, comprendió que sería posible aprovechar a gran escala esa energía. No tardará en soñar con grandes centrales hidroeléctricas, por ejemplo en el Niágara, sueño que logrará ver cumplido.


1882-83. Antes de llegar a América, Tesla ha trabajado mucho para convertir ese sueño en realidad. En Europa encuentra empleo en una de las empresas de Edison, donde contempla cómo los generadores de corriente continua no parecen ser la respuesta que busca. Tras un gran esfuerzo, logra dar con la clave: un motor de corriente alterna único en el mundo. Éste será el motivo de su posterior choque con Edison en Nueva York. Parece que nadie cree en las ideas de Tesla acerca de la idoneidad de la corriente alterna, pero esto está a punto de cambiar…


1888. Las patentes de Tesla sobre motores y generadores de corriente alterna no despiertan interés, pero la vehemencia del ingeniero defendiendo su novísima tecnología en el American Institute of Electrical Engineers logra interesar a un gran magnate, competidor de Edison. Se trata de George Westinghouse, que decide financiar a Tesla para llevar a la práctica su sueño de un mundo electrificado con corriente alterna.


1889-90. Trabajando para Westinghouse, logra al fin tener los medios y la financiación para crear motores y generadores de corriente alterna eficientes y comercializables. Comienza la guerra de las corrientes con Edison. Mientras tanto, el genio de Tesla sueña ya con otra gran tecnología: mientras experimenta con corrientes de alta frecuencia, logra iluminar tubos de vacío a distancia. Son los primeros experimentos de transmisión inalámbrica de energía.


1892. Tesla tenía una personalidad excéntrica, era un solitario que únicamente vivía para su trabajo y sus sueños. Nunca le interesaron el romance ni las relaciones personales, pero su magnetismo y fuerza hacían que fuera admirado. En cierta ocasión la gran Sarah Bernhardt mostró interés por nuestro ingeniero, sin lograr despertar en éste el más mínimo signo de atención.


1893. Tras haber iluminado la gran exposición de Chicago con generadores Westinghouse de corriente alterna, ganando la batalla a Edison, encontramos a Tesla realizando impresionantes demostraciones de su tecnología de transmisión de energía sin cables. El público queda asombrado.


1899-1900. Nikola se aisla en un remoto y tosco edificio de madera en Colorado Springs para pasar unos meses dedicado a experimentar sin distracciones. Con sus grandes bobinas de alta frecuencia logra efectos nunca antes vistos: crea espectaculares rayos, ilumina bombillas a distancia y desarrolla toda una nueva serie de ideas que, por desgracia, son todavía conocidas de forma parcial dado que sus notas de esa época son oscuras y muy personales. Sin ser todavía consciente de ello, ha dado vida a la tecnología de iluminación con tubos fluorescentes y a la radio.

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1901-16. Tesla logra financiación, entre otros del gran banquero J.P. Morgan, para levantar en Long Island una gigantesca instalación que formaría parte de un gran proyecto mundial de transmisión de radio. Pero Nikola no sueña sólo con emitir programas a través de la radio, sino que pretende levantar allí el primer nodo de una red de transmisión de energía eléctrica sin cables. Tras varios años de intensos esfuerzos, sin aparentes logros económicos, terminó con la paciencia de sus inversores, que le retiraron su apoyo. Tesla se encuentra arruinado.


1895-96. Atras quedaba lo que había sido el gran triunfo de Tesla. Los generadores de corriente alterna de Westinghouse habían sido instalados en las cercanías de las cataratas del Niágara para alumbrar la costa este de los Estados Unidos. Incluso la General Electric, que fuera creada por Edison, entiende que la corriente alterna es la más adecuada para llevar la electricidad a puntos lejanos. Ha comenzado la electrificación del planeta Tierra a gran escala. Nuestro mundo está movido por aquel sueño que Tesla logró convertir en realidad: la corriente alterna alimenta nuestra tecnología actual.


1898. Siempre adelantado a su tiempo, Nikola Tesla lleva a cabo demostraciones públicas de una tecnología nunca vista. Logra controlar a distancia un modelo de barco por medio de radiocontrol.


1920-40. Con el paso de los años, mientras todo el planeta se iba iluminando y las máquinas eléctricas iban creando el mundo del futuro soñado por Tesla, nuestro ingeniero va siendo olvidado. Su difícil carácter y sus excéntricas ideas le hacían objetivo de burlas. Todavía creará máquinas increíbles, como un nuevo tipo de turbina o incluso solicitó la patente de un nuevo tipo avión de despegue vertical. Sus sueños iban más allá de su tiempo, habló de armas de rayos dirigidos, de transmisión de energía sin cables, de máquinas controladas a distancia…


1943. Nikola Tesla fallece a los ochenta y seis años de edad, en una habitación de hotel de Nueva York, casi arruinado y olvidado por el gran público. Pasa sus últimos años en medio de una monótona vida, alimentando a sus queridas palomas y soñando con tecnologías que pocos eran capaces de comprender. Mientras, el mundo se halla envuelto en una terrible guerra, justo cuando la era atómica está a punto de nacer y el planeta se electrifica a una velocidad acelerada. Hoy, a 160 años del nacimiento de este gran genio, apenas podríamos hacer nada de lo que diariamente realizamos si no hubiera sido por su genio y tenacidad.

La vida de Nikola Tesla en cómic apareció originalmente en Tecnología Obsoleta, 10 julio 2016.


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